CAMBIEMOS NUESTRO ESTILO DE VIDA
Por Daniela Ochaíta
Afiliada Maryknoll Junior, Capítulo Guatemala
Daniela Ochaíta, Afiliada Junior, actualmente estudiante de segundo año en la carrera de Antropología y Sociología de la Universidad Del Valle, realizó un trabajo de campo con el propósito de recolectar datos para una investigación sobre educación sexual integral en el área rural de Livingston, Izabal departamento de Guatemala. Durante ese tiempo, tuvo la oportunidad de conocer a Jennifer Véliz una joven de 15 años que vive en Livingston, Izabal y a Claudia Macz, de 19 años, de Cobán, Alta Verapaz. Quienes respondieron a las siguientes preguntas acerca de cómo ellas se consideran responsables y compasivas ante todo lo que vive y existe en la Creación. Tanto Claudia como Jennifer buscan intencionadamente adoptar acciones a favor de la Madre Tierra.
¿En qué situaciones te das cuenta que la violencia afecta a la naturaleza y a la población de Livingston y Cobán?
J.V.: “En el lugar donde vivimos, las personas tiran basura al mar, a la playa o la queman. No tienen consciencia que estos actos tienen consecuencias para el ambiente. La contaminación también es violencia".
C.M.: Si reciclaran y no quemaran la basura, el humo no afectaría los pulmones de las personas y la capa de ozono no continuaría deteriorándose. Al talar los árboles, el agua de los ríos, lagos, se están secando, así como las fuentes que las originan. Las personas no tienen agua y los animales mueren. Si no tenemos agua, ¿qué sentido tiene nuestra existencia? Es urgente recatar la forma de vida de antes”.
Sus respuestas dan a conocer que ellas tienen compasión por la Madre Tierra, no así las personas a su alrededor, que la ven como objeto y como tal se le explota, daña, con el único propósito de ser sustento y alimento.
¿De qué manera colaboran en Izabal y Cobán para que las personas cuiden y se responsabilicen de la naturaleza?
J.V.: "A veces los maestros envían a los niños de las escuelas a recoger basura por el barrio en el que viven o a recoger los desperdicios que las personas tiran al mar. A muchos no les gusta hacer esa tarea, a mí sí porque contribuyo a que el lugar se vea más alegre. La tala de madera está afectando terriblemente porque los árboles son vida y dan oxígeno. También hay personas que tiran basura en los terrenos baldíos porque los toman como basureros públicos.
En algunas ocasiones platicó con mis compañeros para que por lo menos coloquen la basura en su lugar. En mi casa tenemos un bote de basura grande y con bolsas pequeñas, les enseño a los más pequeños de la casa, a separar la basura."
C.M.: Si veo que una persona tira la basura en la calle, le digo que la coloque en su lugar, a veces lo hacen, otras veces siguen su camino. “Creo que la naturaleza tiene vida y que es parte de nosotros, por eso la cuido, somos parte de ella, no sus dueños”.
Cuenta un poco cómo era la naturaleza de Izabal y Cobán, y cómo es ahora. ¿Qué se mantiene, qué ha cambiado?
J.V.: "La playa era más limpia y había más árboles. Con la contaminación, las personas no pueden nadar tranquilamente porque no es extraño toparse con basura a la orilla del mar. El paisaje ha cambiado, porque la mayor parte de lugares cuenta con basura tirada."
C.M.:"En Cobán todo era verde, muchos árboles y animales, se decía que en Alta Verapaz todo era verde y Cobán era como una montaña. Pero al poblarse Cobán y con la construcción de casas, edificios, los árboles han ido desapareciendo. La comercialización ha llevado a utilizar muchos productos químicos, ya no de forma natural."
¿De qué manera todas y todos nos sentimos responsables por lo que viven hoy estas jóvenes y el futuro que a ellas y a la población les espera? ¿Cómo asumir todas y todos que a la Tierra debemos verla como dice Leonardo Boff: “Como una Madre y a una madre no se le explota, compra o vende, sino que se le ama, cuida, respeta y reverencia”. Solo si vemos a la Tierra como Madre los pueblos disfrutaremos de la paz y la convivencia.
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