lunes, 21 de abril de 2014

¿Qué pasa en América Latina?

¿UNA NUEVA PRIMAVERA ECLESIAL?
 
Por Alejandro Marín
Equipo Semilla del Centro Misionero Maryknoll en América Latina
Cochabamba, Bolivia
 
 
Hace más de diez años, desde el corazón de América, en Cochabamba, Bolivia, nace el Programa de Formación Misionera Internacional como un servicio del Centro Misionero Maryknoll para América Latina. El objetivo del mismo era ofrecer un espacio de formación misionera para laicos/as, religiosos/as y sacerdotes en clave de renovación de la teología y prácticas misioneras. Nunca imaginaron los que comenzaron el proyecto, que sus sueños e intuiciones acerca de la necesidad de un cambio profundo en el modo de vivir y entender la misión, cobraría la fuerza que hoy tiene al escuchar el llamado contundente que nos hace el Papa Francisco:

“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo  actual más que para la autopreservación”. EG 27

Durante los años de realización del Programa misioneros y misioneras de diversos países de América han participado del mismo y ha llevado a sus lugares de origen la propuesta de renovación. La metodología que se utiliza en los curso es participativa y parte de la consciencia de que los conocimientos no están en manos de los y las formadores/as, sino que se construyen entre todos y todas. Por eso elegimos una metodología de taller para ir tejiendo con los hilos del aporte temático entrelazados con los de la experiencia de las personas y comunidades de origen.

Desde hace dos años hemos empezado a concretar una necesidad sentida por los y las participantes de Centroamérica. Habían participado diferentes misioneros provenientes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Venezuela, México, República Dominicana, Costa Rica, pero empezaba a ser muy costoso para ellos/ellas el viaje a Bolivia. Por eso, se realizaron algunos encuentros para planificar el comienzo del Programa en América Central con sede en Guatemala.

Así lo hicimos, y en abril de 2013 empezamos la experiencia. A un año de estos comienzos, tenemos la inmensa alegría de contarles que en marzo hemos terminado el primer ciclo formativo en el que han egresado 7 participantes (3 religiosas y 3 laicos y una laica). El Programa en Centroamérica ya está caminando y en octubre comenzaremos un nuevo ciclo formativo con el Módulo Fundacional.

Pero el título habla de una nueva primavera eclesial, puesto en pregunta. ¿Qué queremos expresar con ello?

Algunos insisten en afirmar que el Documento de Aparecida ha sido un nuevo Pentecostés para la Iglesia Latinoamericana y del Caribe. Así como el Concilio hace 50 años planteaba la apertura de la Iglesia al mundo moderno, Aparecida plantea esa misma apertura pero al mundo post-moderno. Pero da un paso más, y hace un llamado a una “conversión pastoral”, “a pasar de una pastoral de mantenimiento a una decididamente misionera”.

El acontecimiento de Aparecida podría haber quedado en el olvido, o haberse archivado como tantos documentos de la Iglesia que nos dicen cosas ciertas y válidas pero que quedan solamente en las bibliotecas de nuestras comunidades, si no fuese porque el Espíritu nos ha vuelto a sorprender suscitando un nuevo liderazgo eclesial totalmente diferente a los anteriores.

Un Papa venido del sur, del fin del mundo. Un hombre que, ya desde el nombre elegido, imprime un estilo eclesial renovador. Un líder mundial que ofrece a los diferentes ámbitos de la sociedad la posibilidad de soñar con otro ejercicio del poder, de un modo más humano y cercano.

Por todos lados van surgiendo deseos de concretar esa renovación soñada, desde hace tanto tiempo. En nuestro caso como Programa de Formación Misionera hemos experimentado durante el último tiempo esa sed de algo nuevo que hay en las Iglesias de América: En Cochabamba seguimos con participantes de todos los países del sur; en Chile hemos acompañado en la formación de seminaristas Columbanos, para hacer de sus experiencias de misión, un aprendizaje que renueve la perspectiva formativa; en Centroamérica hemos concluido un ciclo formativo y comenzamos el segundo; en EEUU hemos aportado con la formación de quienes trabajan en la pastoral hispana para que pudieran armar un programa de renovación misionera en todo el país; el Arzobispado de Cochabamba no ha pedido colaborar en la formación de los y las agentes de pastoral desde la clave de una misión renovadora de las comunidades.

Evidentemente algo está pasando, la primavera se asoma, y los brotes se ven en la apuesta por la formación de laicos y laicas, en la opción por un fuerte proceso de renovación de la mentalidad y el corazón de los y las consagrados para insertarse de otros modos en la vida comunitaria y misionera. Creemos y apostamos a esa opción misionera capaz de renovarlo todo.
 
El equipo de Servicios para la Misión y Liderazgo en Latinoamérica (SEMILLA), es un componente del Centro Misionero Maryknoll (CMMAL), con sede en Cochabamba, Bolivia. SEMILLA tiene como finalidad contribuir a los procesos de transformación social y eclesial latinoamericanos a través de la formación de actores protagonistas de esas transformaciones.
Para más información visite los sitios:
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario