viernes, 27 de febrero de 2015

Editorial


FORTALECER NUESTRO CARISMA MISIONERO
 
Por Rosa Beatriz Castañeda de Larios,
Editora de No Tan Lejos del Horizonte
Versión en español
 
Las OLAS alcanzan gran altura cuando extraen la mayor cantidad de energía del viento porque se retroalimentan positivamente.  Los mayores oleajes son producidos por la velocidad del viento, la constancia en el tiempo y una dirección estable.


La tercera ola de la misión de Dios en el 2015 alcanzará gran altura cuando las olas del Movimiento de Afiliados y Afiliadas se retroamienten desdesde los ideales del espíritu de la Familia Maryknoll y la Alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium) en ACCIONES MISIONERAS como…


Þ Fortalecer la comunicación, el diálogo y las relaciones dentro de cada Capítulo y Capítulos a nivel local, regional e internacional para vivir la mística de los valores de la Ola de la Misión de Dios: unidad, dignidad, respeto, solidaridad, diversidad desde el encuentro y la inclusión.

Þ Cuestionarse quiénes somos, hacia dónde vamos, cómo actuamos, cómo vivimos los pilares de espiritualidad, comunidad, visión global y acción, con el propósito de mantener la energía del Movimiento fluido, abierto, no oprimido.

Þ Mostrar apertura invitando a creyentes y no creyentes al Movimiento de Afiliados, (único dentro de las instituciones de la Familia Maryknoll).

Þ Comprender que la misionalidad consiste en salir, dialogar con las realidades, cruzar fronteras para comprometerse con la paz, la justicia, los derechos y la promoción humana.

Þ Sensibilizar, combatir y aportar en la erradicación de las causas que fortalecen la cultura de la esclavitud moderna: la desigualdad, la pobreza, la exclusión, exclusión del derecho a la educación, salud debilitada, migración, falta de oportunidades de trabajo, violencia directa… Concientizar a las personas de su potencial liberador, animándolas a rebelarse para no ser explotadas.

Þ Salir de la solidaridad cerrada y asistencialista y moverse a una solidaridad que lleva al reclamo legítimo de igualdad de derechos y oportunidades a nivel personal y comunitario porque si la solidaridad no incide en la realidad, no es eficaz.

Þ Aprender a vivir como ciudadano/a consciente  y crítico/a que asume como proyecto de vida la sobriedad compartida.  Resistir al consumismo y que cuando se decida comprar lo haga con libertad y conciencia. 

Þ Incorporar la ética del cuidado como una actitud responsable de las consecuencias de nuestros actos, actitudes y comportamientos y la promoción de relaciones amorosas y protectoras hacia la realidad personal, social y con la Madre Tierra.

Þ Aprender a disfrutar del descanso, el ocio.  Sentirse libre de irse a su rincón favorito, contemplar la belleza, quedarse en silencio, escuchar música, dialogar consigo mismo,  agradecerle a Dios por cada momento vivido.


Tomar un tiempo para renovarse y renacer

¿Qué pasa en Latinoamérica?

LA TRANSFORMACIÓN NO SE DEJA PARA MAÑANA,
ES UNA ACCIÓN QUE SE EJERCE HOY
 
Por Cecilia Garcés,
Afiliada Maryknoll, Capítulo Guatemala

Así es y ha sido para cientos de miles de jóvenes, hombres, mujeres, niñas y niños que durante un tiempo piensan en cómo mejorar y transformar su vida. La reflexión dura un tiempo pero la acción les llega en un “hoy”. Hoy es el día de dar el paso hacia otra vida, quizás con mejores posibilidades de ser. Cientos de testimonios dan cuenta de los enormes riesgos que enfrentan los y las centroamericanas en su travesía hacia el norte, las mujeres se preparan para la inminente violencia sexual y junto a los hombres buscan evitar la amenaza de sufrir secuestro y esclavitud. Su llegada ha garantizado para sí mismos y para las sociedades receptoras la posibilidad de desarrollarse a través del trabajo campesino, obrero y de servicios que ofrecen los y las recién llegadas. Es una fuerza trabajadora que transforma.

Ante su crecimiento y expansión esa misma fuerza empieza a constituirse en una amenaza económica y política para países como Estados Unidos. La reciente crisis desatada ante la evidencia de la migración de niños y niñas empujó respuestas como el incremento de seguridad fronteriza, campañas mediáticas disuasivas y la reestructura del apoyo financiero de Estados Unidos a los países del triángulo norte (Guatemala, Honduras y El Salvador). Las primeras dos ni siquiera se asoman a las causas que generan la migración y la última tiene el potencial de atenderlas, si se diera una transformación al modelo impositivo norte-sur que la provoca.

Supongamos, por un momento, que se abre la posibilidad, de recibir recursos financieros para atender las causas de la migración. Su primera intención sería mejorar las condiciones de vida mediante la institucionalización de oportunidades de desarrollo digno en la región. Habrían de abrirse varias vetas de inversión articuladas entre sí para garantizar el bienestar y la convivencia integral de las mujeres, los hombres, las niñas y niños y la juventud. Los indicadores de logro de eficiencia de la inversión incluirían datos como: incremento en la cobertura de educación pública, promoción escolar en todos los niveles, reducción de mortalidad materna y de violencia sexual a la niñez, erradicación de todas las formas de pobreza, creación de más espacios para la recreación y el desarrollo artístico, disminución del uso de la emergencia por casos de violencia, disminución del índice de inequidad, fortalecimiento del sistema de salud. ¿Fondos? Si estos son para el fortalecimiento de un Estado Democrático, Justo, Equitativo, que se organice para el cumplimiento, respeto y garantía de los derechos humanos ¡Bienvenidos!

Realmente es una transformación en la manera de entendernos en el plano nacional, regional e internacional hoy. Pensar así el futuro es una posibilidad; no una utopía. La han alcanzado otras sociedades, nunca producto de un regalo “bienintencionado” del extranjero en aprietos, sino que como consecuencia de largos, sostenidos y organizados movimientos de pueblos que fundamentan su proyecto colectivo en el respeto a la dignidad y el amor al prójimo y a la naturaleza. El modelo educativo, el modelo de servicios de salud, el alcance del empleo pleno, el aprecio a la diversidad cultural y la divergencia de pensamientos son el escenario de nuestra cuaresma. Vivir una Cuaresma comprometida en medio de esta crisis, exige nuestra reflexión transformadora: pensar en recio, pensar en colectivo, pensar mientras nos movemos es lo que nos está llevando a la transformación.

Buena Nueva


 

El mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma con el lema
“Fortalezcan sus corazones”
es una invitación a la conversión ante  la globalización de la indiferencia.

NADIE SE SALVA DE DECIR ¡YO NO SOY INDIFERENTE!

El pueblo de Dios tiene necesidad de renovación para no ser indiferente
y para no cerrarse en sí mismo.

La indiferencia aparece todos los días y a todas horas, se encuentra en la casa, la calle, la oficina… parece que se lleva pegada y su uso se justifica. La globalización de la indiferencia ha llevado a no respetar la dignidad o situación de vida de las personas, a escuchar expresiones como: “qué me importa”, “no puedo hacer nada”, “prefiero no meterme en problemas”.  “Siendo imparcial disfruto del espectáculo sin preocuparme, lo juzgo,  y culpo a otros/as de lo que sucede”.

 
El amor debería impedir ser indiferentes a lo que sucede, pero muchas veces cuando se está bien, se olvida de los demás, no interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen.   El corazón cae en la indiferencia, actitud egoísta que ha alcanzado una dimensión mundial que puede hablarse de la globalización de la indiferencia.

 
La indiferencia, palabra fría, insensible, sin color, sin postura, principios, que mata la curiosidad y el interés.    Atrae porque lleva a preocuparse exageradamente por sí mismo/a, no se siente responsable, afectado, perturbado ante la realidad de los demás y la naturaleza.

 
La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él…


En esta Cuaresma aprendamos a sentirnos RESPONSABLES hacia los demás, a AFECTARNOS por lo que ocurre en la realidad, a COMPROMETERNOS no con discursos, sino con hechos concretos, a PARTICIPAR por el bien común.

El Papa dice que para superar la indiferencia en esta Cuaresma se debe vivir un camino de formación del corazón.  Tener un corazón misericordioso, que se deje impregnar y guiar por los caminos del amor que llevan al prójimo.  Un corazón pobre que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por los demás.

 


Afiliados y Afiliadas en acción

LA EXPERIENCIA EN CAMINANDO POR LA PAZ, GUATEMALA
Ron Covey
Coordinador del Programa Caminando por la Paz
Afiliado Maryknoll Houston- Guatemala.
Cuando me preguntan qué me motivó a trabajar en el Programa Caminando por la Paz, (ubicado en la zona 18 de la Capital de Guatemala, considerada área roja) muchas veces no sé qué responder, porque no fue el resultado de una decisión consciente.  Había planificado un maravilloso plan para disfrutar de mi jubilación: descansar en mi jardín leyendo libros y viajar.  Pero me sucedió todo lo contrario, lo cual me ha llevado a decirles a otras personas de mi edad que no se jubilen porque a lo mejor terminarán más ocupados que antes.  Creo que la mejor explicación que puedo darme a mí mismo del porqué estoy en el Programa la tuve hace un año, cuando participé en un taller que los afiliados/afiliadas ofrecimos a un grupo de visitantes.  Reflexionamos del “por qué aceptar y actuar en el lugar que Dios nos ha colocado”.  Reflexión que me llevó a encontrar la respuesta, aunque ya tenía la motivación para continuar.

Haberme involucrado en el Programa ha traído a mi vida un beneficio increíble.  No tengo palabras para explicar todo lo que he aprendido y la motivación que tengo para continuar con este aprendizaje.  Mejoraron mis destrezas con internet para publicar un periódico, he creado un sitio web y trabajo para perfeccionar presentaciones de power point.  Planifiqué una jornada espiritual con los vecinos.  Recolectar fondos ha sido mi mayor reto, lo que hace cinco años ni soñaba hacer. Aunque tengo mucho que aprender en esta área, ante la necesidad de sostener económicamente el Programa me inicié en la venta de café, debo decirles que ha sido todo un reto para mí. Sí, he aprendido más de lo que imaginé acerca del café: cultivo, producción, tostado y presentación para venderlo. 

En estos últimos años he vivido grandes experiencias con el Programa, pero la más grande de todas es el sentirme muy orgulloso porque con la colaboración de los jóvenes hemos logrado desarrollar grandes proyectos en estos cuatro años.

A veces ciertas situaciones me desalientan, no las acepto tan fácilmente, muchas veces son las que me han ayudado a seguir adelante.  Y lo que más me ayuda es aceptar que éste es el “lugar en el que Dios quiere que esté, más que una motivación personal”.  Aceptando el mensaje de Dios me lleva a decirles a las personas que después de tres cuartos de siglo de estar en este planeta, NUNCA HABÍA ESTADO TAN CONTENTO COMO AHORA.

 
Karla González
Integrante del Programa Caminando por la Paz
Afiliada Maryknoll, Capítulo Guatemala.

Hace dos años, cuando llegué al Programa Caminando por la Paz, me sentí contenta de ser muy bien recibida por los jóvenes. Recién llegada recibí clases de inglés y ahora ya soy maestra de tutorías y estudiante becada del Programa en mi primer año de Universidad.

Me siento contenta porque ayudo a otros niños/niñas a que estudien mejor, he aprendido a valorar cada detalle por pequeños que sean, porque sé que son experiencias de vida.  La sonrisa de los niños/niñas y su gratitud me motivan a prepararme mejor y a seguir adelante, porque sé que ayudándolos evitará que se unan a pandillas o a otras cosas por el estilo.

Freddy Sánchez
Integrante del Programa Caminando por la Paz
Afiliado Maryknoll, Capítulo Guatemala.

Antes de cumplir los once años, ni pensaba en mi futuro, pero si veía que construían una casa en un área de la zona 18, no sabía para qué era.   Me acerqué a un joven del Programa y me preguntó si quería colaborar en la construcción.  Con mucha alegría empecé a trabajar con los jóvenes.  Fue así como a los once años mi vida empezó a cambiar, los jóvenes me enseñaron nuevas cosas y a mí me gustaba, pero aún no vivía en la Casa. Al cumplir 12 años, me ayudaron económicamente con mis estudios y me proporcionaron otras cosas que necesitaba, seguía trabajando en la casa y era para mí una gran alegría.   A los trece me dijeron que si quería vivir allí y acepté.  Al principio me costó pero sé que todo en la vida tiene un precio.  Poco a poco me fui acostumbrando a las reglas religiosas y educativas, y por supuesto seguí estudiando. A los 14 años nos pasó algo muy doloroso, fallece el Padre Thomas Goeckler, director del Programa.  Fue muy triste, pero aprendimos de él que “no importa lo que pase, cuándo y cómo pase, siempre debemos seguir adelante para alcanzar nuestras metas y seguir luchando”. A los quince años ya ayudaba a los niños/niñas de la Comunidad que llegaban al Programa de Caminando por la Paz y me preocupaba porque todo saliera bien y que quienes asistían la pasaran bien.  Ya tengo 16 años y continúo ayudando en el estudio y proporcionando alimentación a los niños/niñas con el apoyo de donaciones que recibimos de personas amigas. Soñamos porque en el 2016 y los siguientes años sigamos adelante con todos los programas porque todos/todas los que en él participamos ponemos lo mejor de nosotros/nosotras y nos gusta ayudar a la Comunidad.   Las puertas están abiertas para que usted también colabore con el Programa para que siga adelante.


Para más información del Programa Caminando por la Paz visite: www.caminandogua.org

 

 

Afiliados y Afiliadas en acción

NOTICIAS DESDE LIMA, PERÚ
Por Alberto Bailetti
Afiliado Maryknoll
Lima, Perú
 
Los Capítulos de Afiliados/Afiliadas de Lima, Perú nos sentimos parte de las semillas que plantaron  los religiosos de Maryknoll que empezaron su misión en esta ciudad a fines de la primera mitad del siglo XX. Su misión se concentró en las parroquias Santa Rosa de Lince y Virgen de Guadalupe en Balconcillo. Luego, en los años cincuenta, miles de familias provenientes del interior del país invadieron de manera multitudinaria lo que se denominó los arenales de “La Barriada de la Ciudad de Dios”.  Los Afiliados/Afiliadas llevaron a cabo su misión en Ciudad de Dios, Pamplona y San Francisco (hoy pertenecientes al distrito de San Juan de Miraflores)

La mayor parte de los/las afiliados/afiliadas de Lima crecimos como participantes de los grupos  parroquiales de  Maryknoll o estudiantes de sus colegios. Muchos fuimos catequistas, participamos y lo seguimos haciendo de distintas otras organizaciones vinculadas a los religiosos, como la Fundación Rev. Bernard Byrne MM y finalmente trabajamos como Capítulos.  Ahora nos vemos como pequeñas plantas en crecimiento con la esperanza de un día echar también semillas y que nuestras vidas hayan tenido un sentido.

¿Cuáles son nuestras fortalezas? Creo que la más relevante es trabajar con las comunidades pobres, apoyando hogares de niños/niñas en abandono, incentivando la participación y organización de la población en la solución de sus problemas de salud, higiene, contra la violencia, educación y seguridad de la niñez. Nada nuevo, en esto seguimos el camino de los religiosos Maryknoll que nos formaron.   Hemos avanzado en el trabajo conjunto de los tres Capítulos de Lima en determinados programas. Entre ellos el de fomentar la participación de los niños y jóvenes en San Francisco de la Cruz, Pamplona Alta en la defensa de sus derechos y solución de los problemas que sufren  a través de eventos con la parroquia, las organizaciones vecinales y dirección del Hogar Santa María para niños en Ciudad de Dios.

Un logro del año 2014, del que nos sentimos muy contentos, ha sido el de los talleres de Child-to-Child de las Américas dirigidos por Celine Woznica,  Afiliada Maryknoll de la ciudad de Chicago. Hemos participado en actividades tales como celebraciones del Día Internacional de la No Violencia, homenaje a Mahatma Gandhi. La participación activa de los capítulos de Lima en la vigilia por la COP 20, evento internacional del cambio climático y en el programa de limpieza y medio ambiente en Pamplona Alta nos llevó a sentir la hermandad, no solo entre los seres humanos sino también como enseñaba San Francisco de Asís con todas las criaturas como la Madre Tierra, los animales y las plantas.  Otro hecho que unió y vigorizó a los tres Capítulos en el 2014 ha sido el de estrechar nuestras relaciones con el movimiento internacional de los afiliados a través del evento MAC14 y de la visita a Lima de Bob Short (Coordinador Ejecutivo del Consejo de Afiliados) y Patty Barneond de García – Tres (Enlace para América Latina del Consejo de Afiliados).

Nos fortaleció también la creciente relación de los tres Capítulos de Lima con las Congregaciones de religiosos de Maryknoll. Hemos tenido la oportunidad de participar de eventos con ellos para dialogar sobre los resultados de sus reuniones en Nueva York el 2014 y los objetivos comunes de la familia Maryknoll. Los hermanos/hermanas afiliados/afiliadas de Niño Jesús se han incorporado también a la labor misionera de la Congregación con los ciegos en Ciudad de Dios y visita a penales. 

En el año 2015 los tres Capítulos pensamos seguir caminando juntos en la misma dirección, procurando una mayor integración con los otros Capítulos del Perú e internacionales, con programas muy similares a los que tenemos ya; sin perjuicio de las labores que cada Capítulo lleva a cabo independientemente de los/las afiliados/afiliadas en otras organizaciones vinculadas.  

 

Afiliados y Afiliadas en acción

VIVIENDO LA MISIÓN EN PERÚ Y BOLIVIA
 
Por Patricia Barneond de García-Tres
Enlace para América Latina del Consejo de Afiliados Maryknoll
 
En el mes de diciembre tuvimos con Bob la maravillosa oportunidad de convivir con  los diferentes capítulos de Afiliados/Afiliadas Maryknoll de Bolivia y Perú.  Además tuvimos la grata experiencia de conocer a algunos/as de los/las integrantes de los dos grupos que están en proceso de integrarse a esta expresión de Maryknoll.  Durante esta experiencia resonaron con fuerza, dentro de mí, las palabras del Papa Francisco: “La Iglesia tiene la necesidad del testimonio creíble de los laicos sobre la verdad salvífica del Evangelio, su poder para purificar y transformar el corazón y su fecundidad para edificar la familia humana en unidad, justicia y Paz”. Ya que el espíritu que mueve a las diferentes comunidades de afiliados/afiliadas en estos países, es precisamente ese testimonio de la verdad salvadora  del Evangelio, de la que habla el Papa;  trabajan en unidad en y desde cada una de sus comunidades por la construcción de un mundo más justo y humano que viva en paz.

La vivencia de estas comunidades hace vida el espíritu de misión desde el carisma Maryknoll, inspirado por los sacerdotes, hermanas y misioneros laicos que trabajaron y trabajan en la construcción del Reino de Dios en la región.  Los diferentes capítulos trabajan incansablemente para mantener vivo este legado e inspirarlo a las siguientes generaciones al hacer vida el compromiso de trabajar por los más necesitados atendiendo al llamado del Papa: “Los animo a multiplicar sus esfuerzos en el ámbito de la promoción humana, de modo que todo hombre y mujer llegue a conocer la alegría que viene de la dignidad de ganar el pan de cada día y sostener a su propia familia.” Es así como trabajan sinérgicamente en proyectos de atención a niños/niñas, ancianos, personas con capacidades diferentes  para promover una vida digna para todos/todas.

Para realizar esta misión los diferentes capítulos cuentan con una gran riqueza: sus integrantes; cada uno/a pone al servicio de los demás sus talentos, formación, profesión y se comprometen con  alegría a hacer vida los diferentes proyectos que en forma individual o como comunidad deciden llevar a cabo.  Es realmente inspirador ver la generosidad con la que se comprometen a dar su tiempo y sus recursos, invitan a otros/otras a unirse y apoyarlos, para atender las necesidades de los miembros de su comunidad más cercana, o para  promover la educación de niños/niñas y jóvenes, estimular las habilidades mentales y físicas de los ancianos y atender las necesidades de grupos en situación de vulnerabilidad. 

Al compartir con diferentes integrantes de los capítulos de Arequipa la celebración navideña que con tanto esfuerzo, generosidad y alegría prepararon para los niños/niñas y los ancianos del pueblo de Chiguata, se revela el gran espíritu de trabajo, desgastarse por la alegría del otro/a, porque creen profundamente que la construcción de un mundo más justo y solidario es posible. Que el testimonio de vida que estos capítulos dan día con día, nos sirva de inspiración para continuar trabajando en la construcción de un mundo más humano.


Las frases citadas en el artículo provienen del Discurso del Papa Francisco en Corea en agosto de 2014. Para leer el Discurso completo: https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-a-laicos-todo-bautizado-tiene-un-puesto-vital-en-la-iglesia-47431/

 

Por una vida digna

JULIA ESQUIVEL: " EL ESPÍRITU SANTO NO NOS DEJA EN PAZ..."
 
Por Ana Lucía Ramazzini
Afiliada Maryknoll, Capítulo Guatemala

En el momento de iniciar, un silencio rodeó la habitación de la casa Maryknoll en la ciudad de Guatemala, lugar en el que el Capítulo de Afiliadas y Afiliados nos encontrábamos para nuestra primera reunión del 2015.  Nos acompañaban hermanas y un hermano de Maryknoll. No era un silencio común.  Era uno que nace del profundo deseo de escuchar, de sentir y vivir cada palabra que se iba a pronunciar.  Su figura menuda contrastaba con la presencia imponente de una mujer que se sabe hija de la historia de nuestro país. 

Maestra de primaria, escritora, poeta, exiliada, viajera denunciante ante el mundo de lo que se estaba viviendo en Guatemala durante el conflicto armado interno. Denuncia que, además, hizo a través de su poesía: “Los poemas que escribí surgieron porque quería contar lo que pasaba, pero los relatos eran tan terribles que me costaba mucho transmitir lo que estaba pasando y me quedaba sin palabras”. El hilo conductor de su vida fue la transgresión.  Y por eso, durante aquellos años, la respuesta de un Estado que arremetía contra toda disidencia no se hizo esperar.  Fue sobreviviente de varios atentados de parte de las fuerzas represoras.

Julia Esquivel comenzó su plática de una forma muy significativa: Partiendo de la esperanza.  Como ella misma expresó: “Esa esperanza que impulsa, que motiva, que persigue la voluntad de una persona para que trabaje por la justicia, la paz y los derechos humanos”.

Poco a poco nos fue compartiendo cómo fue haciéndose consciente de la realidad que vivía.  Recuerdos de su niñez entre un libro escrito por Juan José Arévalo, pedagogo y presidente revolucionario de Guatemala, en donde la narración sobre la “conquista”, la hacía llorar a través de lágrimas envueltas en el dolor que le causaba la manera como llegaron los invasores y despojaron a los pueblos originarios.  Sus memorias también nos trasladaron a la mesa del comedor familiar a finales de la década de los treinta e inicios de los cuarenta, en donde escuchó testimonios de un abogado que acaba de salir de la cárcel por estar en contra de la dictadura de Jorge Ubico.  Nos hizo sentir las palabras de su padre, cuando le dijo casi susurrando: “Esto no se cuenta a nadie, es muy peligroso”.

Su forma tan personal de dar a conocer las diferentes maneras en que Dios le habló, no con palabras religiosas, sino a través de anécdotas, nos hizo preguntarnos internamente a quienes estábamos allí cuáles han sido esas maneras de dirigirse a cada una y uno de nosotros.

Un profesor tuvo un fuerte impacto en ella cuando hablaba de las situaciones de alto riesgo a las que diariamente se enfrentan las niñas y niños que viven en la calle.  Este mismo maestro la invitó a formar parte de una institución para velar por sus derechos. Ella iba a enseñar Biblia, pero fueron los niños y niñas que, como ella expresa: “Me cuestionaron mi amor cristiano, mi servicio a Dios”.

Recuerda a que los siete años fue la primera vez que escuchó el relato de la crucifixión. Inmediatamente se puso al lado de Jesús, no de quienes lo crucificaron. Nos compartió que las Escrituras tocaron su corazón y la llamaron a vivir de cierta manera.  Sin embargo, con mucha fuerza señaló: “Me dolió mucho saber que no podía ser pastor por ser mujer.  Pero pedí dar clases en un internado de jóvenes mujeres y hombres para tener un pastoreado clandestino.  Aprendí muchísimo.  Muchos padres llevaron a sus hijos porque decían que tenían problemas.  Yo descubrí que los problemas los tenían los padres. Fue una escuela de la vida”.  Luego trabajó con niños y jóvenes en procesos de rehabilitación. Fue una de sus mayores experiencias de conversión a través del dolor.

A lo largo de su vida, conoció a personas comprometidas con la transformación de la pobreza y eso la hizo tener otra perspectiva.  El libro de Gustavo Gutiérrez sobre la Teología de la Liberación fue un regalo.

Otra experiencia fuerte de conversión la vivió en Ginebra, Suiza al convivir con personas de diversas iglesias: “Me abrió el panorama de una manera muy amplia.  Al volver quise trabajar ecuménicamente aquí, pero ha sido muy difícil. […] Me preguntan si soy católica o evangélica. Yo respondo que tengo un poco de las dos.  Estoy y continuaré buscando el sentido de seguir a Cristo, de conocerlo a través de las diversas formas en que se muestra.  El hambre no tiene religión, el sufrimiento no tiene denominación. […] Ser cristiano es abrir los brazos a otros.  Ser libre para hacerlo, atreverse a acoger. Nadie va a entrar al cielo por doctrina, sino por amor. Estar ya en el cielo es amar al prójimo.”

Al hablar sobre la actualidad, su postura se pone firme, sus gestos son más expresivos y con voz fuerte señala: “La situación de hoy es un grito, un llamado de Jesús sufriendo en la cara de los pobres, ¡Y no podemos ser indiferentes!”.  Continúa hablando y hace una comparación en el tiempo: “Lo que aquí pasó durante la guerra fue brutal, salvaje.  Fue bestial la forma como se trató a la gente.  Lo que me mueva ahora es que las comunidades están resistiendo, a pesar de ser calumniadas, criminalizadas y señaladas de terroristas.  Creo que si eso no nos escandaliza y nos levanta en contra de algo así, es que hemos perdido parte de nuestra humanidad”.

Varias personas que estaban en la reunión, inquietas le preguntan ¿Cómo lograr aportar para transformar lo que estamos viviendo? Julia Esquivel, hace una pausa, respira hondo y dice: “Cada uno tiene que buscar el lugar donde se sienta que puede aportar más.  No se puede abarcar todo.  Debemos evaluar dónde está nuestro lugar.  Yo he escogido la resistencia. No debemos desanimarnos y decir que lo que hacemos no sirve para nada. Necesitamos hablar de los problemas y profundizar en las causas.”

La charla-encuentro fue terminando. Pero el ambiente estuvo repleto del mismo sentimiento con el que inició: La esperanza.  Nos fuimos levantando para ir a la refacción.  Sin duda alguna, muchas frases de su plática siguieron resonando en nuestro interior. Durante la comida, algunas personas compartieron la siguiente: “El Espíritu Santo no nos deja en paz, está todo el tiempo apretando el corazón para seguir adelante, para buscar caminos de servicio”.

Julia Esquivel junto a los Afiliados y las Afiliadas Maryknoll del Capítulo Guatemala