domingo, 10 de agosto de 2014

¿Qué pasa en Latinoamerica?

LA TERCERA OLA Y AMÉRICA LATINA
 
Sister Ellen McDonald, originaria de Syracuse, Nueva York, ingresó a las Hermanas de Maryknoll en 1959. Estudió Teología en el Maryknoll School of Theology. Estuvo como misionera en Panamá y en Bolivia.  En 2002 fue electa Vice-Presidenta de las Hermanas de Maryknoll, sirvió en el Equipo de Liderazgo de Maryknoll hasta 2009.

 
Junto al Padre Jim Madden fundaron en 1991 el Movimiento de Afiliados Maryknol..
 
 
 
 
El tema y título de la Conferencia de Afiliados 2014 “La Tercera Ola  que emerge hacia el futuro” tiene su originen en la charla impartida por Fr. Robert Schreiter, MM, en el Simposio del Centenario celebrado por los Sacerdotes y Hermanos Maryknoll en Chicago, en el mes de octubre del 2011. Fr. Schreiter utilizó esta idea para resaltar el vínculo  que casi siempre existe entre la acción misionera y la infraestructura (por ejemplo, San Pablo, utilizó las vías del tren construidas por el Imperio Romano para divulgar la buena nueva). Para el Fr. Schreiter, la misión de los últimos 500 años está vinculada a la globalización la cual ocurre desde tres olas.  Cada una acompañada por un estilo particular de misión que se refiere a “olas misioneras”.
 
Schreiter identifica la primera ola de la globalización en la travesía marítima de las expediciones europeas hacia el mundo, generadas desde Europa en el Siglo XV. Los misioneros que acompañaron a los navegantes en aquel entonces pertenecían a las órdenes mendicantes y  jesuitas. 
 
Llegado el Siglo XIX, el rostro de las naciones europeas y la nueva tecnología inmersas en los medios de transporte y de comunicación alimentaron la segunda ola de la globalización. Se fundaron sociedades nacionales para la acción misionera.  Hombres y mujeres misioneros jóvenes cruzaron los océanos con el fin específico de divulgar el Evangelio en otros continentes.  Maryknoll, en este período, reprodujo los patrones de estas sociedades nacionales. 
 
Hoy, los avances tecnológicos en transporte y comunicación han acelerado la tercera ola de la globalización. La participación en las sociedades nacionales de acción misionera disminuye a la vez que fortalece su carácter multicultural.  Mientras tanto, la era de la laicidad impulsada por la invitación de Vaticano II de hacer misión desde el bautismo añade una dimensión a la acción misionera trasatlántica. Las posibilidades de comunicación inmediata y la facilidad para movilizarse abren las puertas para muchas personas de todas edades, a nuevas formas de realizar su llamado a la misión.
 
Los(as) Afiliados(as) Maryknoll evidentemente forman parte de esta tercera ola de la acción misionera, como lo indica John Sivalon, MM, en la Conferencia de Afiliados. Su estructura, el tener una organización libre, flexible e incluyente de miembros ecuménicos responde tenazmente a esta ola, dentro de la que se reconocen los(as) afiliados(as) latinoamericanos(as), seguros en su papel en la misión de hoy. Algunos hacen misión recibiendo y orientando a otros misioneros que llegan a su país, acerca de las condiciones del país para generar relaciones significativas y solidarias alrededor del mundo. Al mismo tiempo mujeres y hombres misioneros de Guatemala, Perú, México y Bolivia se involucran tenazmente en la acción misionera y en la organización de otros programas de la misma naturaleza.  Los(as) afiliados(as) confirman y afirman el pilar de “ACCIÓN” en las acciones misioneras, en la promoción del servicio y misiones generadas por estudiantes y otras personas que salen de su área de seguridad para adentrarse en la pobreza urbana y/o rural de las comunidades.
 
La globalización tiene muchos rostros negativos, pero su infraestructura ha promovido una oleada mundial de misioneros(as) entre los cuales de forma oportuna nació el Movimiento de Afiliados Maryknoll que pueden ejercer su liderazgo en la construcción de relaciones entre los pueblos.  “Nosotros no somos la ola. La primacía pertenece siempre a Dios. Es Dios quien renueva constantemente. Dios es la ola que lleva la misión y a nosotros.” Solo Dios puede provocar la comprensión, reconciliación y armonía que urgen en las relaciones en nuestro mundo, pero sabemos que su manera siempre ha sido a través de instrumentos de una voluntad abierta.  No hay duda de que los afiliados(as)  latinoamericanos(as) estamos entre los numerosos instrumentos elegidos que responden a la tercera ola de la misión de Dios”.

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